1
He inventado el amor,
dice la última mujer
y parpadea
una cuerda tendida entre el pastor y las ovejas
una cuerda sobre un desierto
un peligroso deternerse
un querer su propio ocaso
oscura nube suspendida sobre la vida
he trabajado para construirle su casa al último hombre
he sido el espíritu que avanza sobre el puente
aquella que quere seguir viviendo y no seguir viviendo
aquella que todavía tiene caos dentro de sí
y quiere hacer explotar la última luz de la estrella
2
He inventado mi alma
pesada y sola está en la altura
ella abre todas mis prisiones
me muestra todos los peligros
me cuido de la bondad
ella me acerca al primer hombre
y al primer animal
ella la voluptuosa
aprendo a crear una nueva virtud
3
Digo a mis apóstoles: yo la inmoral, doy a cada hombre lo mío, un pozo. Porque sobre mí pueden arrojar lo que quieran. La verdad es que el pozo es oscuro y profundo y ninguno puede sacar nada de él.
*De La mujer de la bestia
*Teresa Orbegoso (Lima, 1976). Periodista. Investigadora social. Poeta. Cursa la maestría es Escritura en la Universidad de Tres de Febrero, Buenos Aires, Argentina. Ha publicado: Yana Wayra (Urbano Marginal, Lima, 2011), Mestiza (Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2013), La mujer de la bestia (Trópico Sur, Montevideo, 2014).
Foto: Guillermo Lechuga