delirio.
manifiesto de ausencias
el tabaco colocado sobre mis labios
me duelen los ojos
pero afuera cae la lluvia y un hombre corre
lo deja la camioneta
alguien gime
en una pantalla
que es el universo
grito
porque tengo miedo
entra el whisky y quema mi garganta
incontables días
silencios
el absurdo perdió significado
Sísifo decidió suicidarse
ayer consumí otra vez LSD
fue para sobrevivir
pero alguien deseaba aniquilarme
y me derrumbé
Peter Pan no existe
querida
y un muerto sonríe
dame unas horas
arrullá mis pesadillas
descifrá la nada entre mis manos
besá mis ojos
en tu pelo queda mi mundo perdido
“la gente se suicida porque está triste”
y el espejo no responde
la vida se encuentra escondida entre tus labios
pero yo
escribo una elegía para todo lo que nunca fui
***
deja caer tu silencio
en mi sangre
llena mis encías
con todos tus delirios
y escupe
toda la cerveza
que derramaste en
tu cama
sobre mi rígido y frío cuerpo
(m)ámame,
una noche más
***
entre un silencio y otro
esta noche dejaré que chupes toda la sangre de mi cuerpo
y luego la dejes caer en la banqueta
donde mi cuerpo reposará
con varias balas acariciando mi cráneo
***
Para Q
Cualquier cosa hubiese colapsado hoy
querida
podrías decir que simplemente es el hastío
o las ganas de lanzarlo todo a la mierda
pero no es así
uno se cansa
siente cómo la vida se le viene encima
papá no está
y mamá tampoco
son un recuerdo de todo aquello que vimos
y se nos escapó de las manos
aquí existe la soledad
y una habitación oscura
todos mis fracasos encerrados conmigo
sin querer abandonarme
la soledad sabe a un trago amargo de cerveza
y una canción de austin tv por la madrugada
el miedo es lo único que queda
una melodía que baila con el vacío
hoy
mañana
un ayer que ya no existe
alguien que voltea para otro lado
y un perro que ya no ladra
así es
pero qué le vamos a hacer
perderlo todo es lo más fácil del universo
gritar sabiendo que el terror no es un cuento de lovceraft
sino tus manos temblorosas ante el viento
y es lo único que te queda
un violín a lo lejos
la sonrisa de un niño inocente
escudado en sus sueños
eso ya no existe
y escribís poemas cursis por las noches
esperando volver a esa sonrisa
que te devuelve la sonrisa
para soportar un día más
y la llamás
el alba
el color azul del cielo al que aspirás
al lado de su risa cuando que te cuenta
que no todo debe ser una tarde nublada
pero allí el whisky
y ese universo que rechazás por el sonido del pánico
mañana
¿escribirás?
[]
Pep Balcárcel Escritor y periodista. Tiene publicados los libros Obelisco 65, Canto esquizofrénico, Ángeles de Heroína y Los ojos de lo insano.
(Foto: Eduardo Juárez)